En un mundo profesional cada vez más cambiante, las competencias blandas se han convertido en un elemento esencial para el crecimiento personal y el éxito de los equipos de trabajo. La capacidad de comunicar, liderar, gestionar la incertidumbre o trabajar en equipo son habilidades que marcan la diferencia. Y qué mejor manera de explorarlas que a través de un lenguaje universal, poderoso y atemporal: la música.
Con esta premisa nació DiscRockción, una innovadora actividad formativa diseñada por Eventiona, en la que utilizamos el universo del rock como hilo conductor para reflexionar y experimentar con las habilidades que toda persona necesita en su día a día.
Rock como metáfora del desarrollo personal
A lo largo de la sesión, los participantes viajan por diferentes etapas de la historia del rock, tomando como referencia a sus protagonistas. Cada banda o figura icónica se convierte en un ejemplo vivo de una competencia blanda:
- The Beatles y la creatividad: cómo la innovación constante y la búsqueda de nuevos sonidos se transforman en una lección de pensamiento divergente y trabajo colaborativo.
- Freddie Mercury y la comunicación: la puesta en escena de Queen nos muestra el poder de conectar con una audiencia y transmitir emociones auténticas.
- AC/DC y la resiliencia: una banda que supo reinventarse y seguir adelante a pesar de las adversidades, recordándonos la importancia de la constancia y la perseverancia.
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Estas referencias musicales se convierten en dinámicas participativas que hacen vibrar a los asistentes y les invitan a reflexionar sobre su propio papel en los entornos laborales.
Una experiencia formativa diferente
La esencia de DiscRockción es vivir la formación de una manera diferente: dinámica, experiencial y memorable. Al finalizar la sesión, los participantes no solo se llevan nuevas herramientas para aplicar en su entorno laboral, sino también la inspiración que transmite la música como vehículo de aprendizaje.
En Eventiona creemos que el aprendizaje significativo surge cuando logramos emocionar. Y pocas cosas emocionan tanto como la energía del rock.
